Quien comienza a rezar las Horas...
Que las Horas no sean nunca una ocasión de sobreponer nuestra palabra a la de Dios, sino, por el contrario, de dirigirnos a él con sus propias palabras. Todo requiere tiempo, también el comenzar a hacer nuestro un lenguaje que está ajeno a las tensiones y apuros de la vida cotidiana.
“La unidad de la Iglesia orante es realizada por el Espíritu Santo, que es el mismo en Cristo, en la totalidad de la Iglesia y en cada uno de los bautizados. El mismo «Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad» y «aboga por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras»; siendo el Espíritu del Hijo, nos infunde el «espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: ¡Abba! (Padre).» (Laudis Canticum 8)
Correcto, no tendría sentido rezar con el breviario si añadimos palabras propias en el. De hecho, por ser la oración pública y oficial de la Iglesia, lo ideal es que todos recemos juntos lo que dice el breviario para expresar mucho mejor la comunión del Cuerpo místico de Cristo.
ResponderEliminarCiertamente es la unidad que nos lleva a ser uno en el Señor.
ResponderEliminarSe les agradece por aceptarme en el grupo Liturguia de las Horas. Dios Padre, nos acompañe, nos guíe y nos bendiga, toda vez que lo busquemos con escucha, con entrega y humildad en nuestro diario vivir
ResponderEliminarGracias le doy a la Santisima Trinidad por permitir que ingrese a este grupo de oración, gracias a ustedes por aceptarme.
ResponderEliminarEs bien importante hacer la liturgia de las horas es excelencia
ResponderEliminarY gracias por hacerme parte del grupo donde tengo problemas
ResponderEliminarDónde tengo problemas es que me pierdo en el día del salterio
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