miércoles, 30 de octubre de 2024

LITURGIA DE LAS HORAS - SEXTA



TIEMPO ORDINARIO
JUEVES DE LA SEMANA XXX
De la Feria. Salterio II

31 de octubre

HORA SEXTA
 
INVOCACIÓN INICIAL
 
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
 
Himno: ESTE MUNDO DEL HOMBRE EN QUE ÉL SE AFANA.
 
Este mundo del hombre, en que él se afana
tras la felicidad que tanto ansía,
tú lo vistes, Señor, de luz temprana
y de radiante sol al mediodía.
 
Así el poder de tu presencia encierra
el secreto más hondo de esta vida;
un nuevo cielo y una nueva tierra
colmarán nuestro anhelo sin medida.
 
Poderoso Señor de nuestra historia,
no tardes en venir gloriosamente;
tu luz resplandeciente y tu victoria
inunden nuestra vida eternamente. Amén.
 
SALMODIA
 
Ant 1. Tú que habitas en el cielo, ten misericordia de nosotros.
 
Salmo 122 - EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO
 
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
 
como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
 
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.
 
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Ant. Tú que habitas en el cielo, ten misericordia de nosotros.
 
Ant 2. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
 
Salmo 123 - NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR
 
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
-que lo diga Israel-,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.
 
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
 
Bendito el Señor, que no nos entregó
como presa a sus dientes;
hemos salvado la vida como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y escapamos.
 
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
 
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Ant. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
 
Ant 3. El Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre.
 
Salmo 124 - EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO.
 
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.
 
Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.
 
No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.
 
Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!
 
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
 
Ant. El Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre.
 
LECTURA BREVE   Ga 5, 16-17
 
Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne. Pues la carne desea contra el espíritu, y el espíritu contra la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais.
 
V. Tú eres bueno, Señor, y haces el bien.
R. Instrúyeme en tus leyes.
 
ORACIÓN
 
OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, ante ti no existe ni la oscuridad ni las tinieblas, haz, pues, brillar sobre nosotros la claridad de tu luz, para que, guardando tus preceptos, caminemos siempre por tus sendas con el corazón jubiloso. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
 
CONCLUSIÓN
 
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

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