lunes, 11 de octubre de 2021

LITURGIA DE LAS HORAS - OFICIO DE LECTURA



TIEMPO ORDINARIO
MARTES DE LA SEMANA XXVIII
Del Común de la Santísima Virgen María.

12 de octubre

OFICIO DE LECTURA

INVITATORIO

Si ésta es la primera oración del día:

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:
 
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de María Virgen.

Si antes se ha rezado ya alguna otra Hora:
 
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: LUCERO DE LA MAÑANA

Lucero de la mañana,
norte que muestra el camino,
cuando turba de continuo
nuestro mar la tramontana.
Quien tanta grandeza explica
sin alas puede volar,
porque no podrá alabar
a la que es más santa y rica.

Sois pastora de tal suerte,
que aseguráis los rebaños
de mortandades y daños,
dando al lobo cruda muerte.
Dais vida a quien se os aplica,
y en los cielos y en la tierra
libráis las almas de guerra,
como poderosa y rica.

Si vuestro ejemplo tomasen
las pastoras y pastores,
yo fío que de dolores
para siempre se librasen.
Tanto Dios se os comunica,
que sin fin os alabamos,
y más cuando os contemplamos
en el mundo la más rica. Amén

SALMODIA

Ant 1. Mi grito, Señor, llegue hasta ti; no me escondas tu rostro.

Salmo 101 I - DESEOS Y SÚPLICAS DE UN DESTERRADO

Señor, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta ti;
no me escondas tu rostro
el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco, escúchame enseguida.

Que mis días se desvanecen como humo,
mis huesos queman como brasas;
mi corazón está agostado como hierba,
me olvido de comer mi pan;
con la violencia de mis quejidos,
se me pega la piel a los huesos.

Estoy como lechuza en la estepa,
como búho entre ruinas;
estoy desvelado, gimiendo,
como pájaro sin pareja en el tejado.
Mis enemigos me insultan sin descanso;
furiosos contra mí, me maldicen.

En vez de pan, como ceniza,
mezclo mi bebida con llanto,
por tu cólera y tu indignación,
porque me alzaste en vilo y me tiraste;
mis días son una sombra que se alarga,
me voy secando como la hierba.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Mi grito, Señor, llegue hasta ti; no me escondas tu rostro.

Ant 2. Escucha, Señor, las súplicas de los indefensos.

Salmo 101 II

Tú, en cambio, permaneces para siempre,
y tu nombre de generación en generación.
Levántate y ten misericordia de Sión,
que ya es hora y tiempo de misericordia.

Tus siervos aman sus piedras,
se compadecen de sus ruinas:
los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.

Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones,
quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor:

Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte,

para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Escucha, Señor, las súplicas de los indefensos.

Ant 3. Tú, Señor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos.

Salmo 101 III

El agotó mis fuerzas en el camino,
acortó mis días;

y yo dije: «Dios mío, no me arrebates
en la mitad de mis días.»

Tus años duran por todas las generaciones:
al principio cimentaste la tierra,
y el cielo es obra de tus manos.

Ellos perecerán, tú permaneces,
se gastarán como la ropa,
serán como un vestido que se muda.
Tú, en cambio, eres siempre el mismo,
tus años no se acabarán.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Tú, Señor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos.

V. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza.
R. Inclina el oído a las palabras de mi boca.

PRIMERA LECTURA
 
Del libro del profeta Jeremías 2, 1-13. 20-25
 
INFIDELIDAD DEL PUEBLO DE DIOS
 
En aquellos días, recibí esta palabra del Señor:
 
«Ve y grita a los oídos de Jerusalén:
 
"Así dice el Señor: Recuerdo el cariño de tu juventud, tu amor de novia, cuando me seguías por el desierto, por tierra yerma. Israel era sagrada para el Señor, primicia de su cosecha: quien se atrevía a comer de ella lo pagaba, la desgracia caía sobre él -oráculo del Señor-. Escucha la palabra del Señor, casa de Jacob, tribus todas de Israel. Así dice el Señor: ¿Qué falta encontraron en mí vuestros padres, para alejarse de mí? Siguieron vaciedades y se quedaron vacíos, en vez de preguntar: '¿Dónde está el Señor que nos sacó de Egipto, que nos guió por el desierto, por estepas y barrancos, por tierra sedienta y oscura, tierra que nadie atraviesa, que el hombre no habita?' Yo os conduje a un país de huertos, para que comieseis sus buenos frutos; pero entrasteis y profanasteis mi tierra, hicisteis abominable mi heredad. Los sacerdotes no preguntaban: '¿Dónde está el Señor?', los doctores de la ley no me reconocían, los pastores se rebelaron contra mí, los profetas profetizaban por Baal, siguiendo dioses que de nada sirven.
 
Por eso vuelvo a pleitear con vosotros, y con vuestros nietos pleitearé -oráculo del Señor-. Navegad hasta las costas de Chipre, y mirad, despachad gente a Cadar, y considerad a ver si ha sucedido cosa semejante: ¿Cambia de dioses un pueblo? -y eso que no son dioses-. Pero mi pueblo cambió a su Gloria por los que no sirven.
 
Espantaos, cielos, de ello, horrorizaos y pasmaos -oráculo del Señor-. Porque dos maldades ha cometido mi pueblo: Me han abandonado a mí, la fuente de aguas vivas, para excavarse cisternas agrietadas, incapaces de retener el agua.
 
Desde antiguo has roto el yugo, has hecho saltar las correas, diciendo: 'No quiero servir'. En todo alto collado, bajo todo árbol frondoso, te echabas y te prostituías.
 
Yo te había plantado, viña elegida, de cepas legítimas; ¿cómo te has convertido en espino y en viña bastarda? Aunque te laves con sosa y con lejía abundante, queda aún ante mí la mancha de tu pecado -oráculo del Señor-.¿Cómo te atreves a decir: 'No me he profanado, no he ido detrás de ídolos'? Observa tu camino por el valle, reconoce lo que has hecho, camella liviana de extraviados caminos, asna salvaje criada en la estepa: cuando está en celo otea el viento, ¿quién domará sus deseos? Los que la buscan no necesitan cansarse, en su tiempo de celo la encuentran. Ahórrales calzado a tus pies, sed a tu garganta. Pero tú respondías: No quiero; yo amo a los extranjeros e iré detrás de ellos.'"»
 
RESPONSORIO    Jr 2, 21; Mt 21, 43; Is 5, 7
 
R. Yo te había plantado, viña elegida, de cepas legítimas; ¿cómo te has convertido en espino y en viña bastarda? * Por eso se os quitará el reino de Dios y se entregará a un pueblo que le haga dar sus frutos.
V. Esperaba de ellos justicia, y ahí tenéis: asesinatos; esperé honradez, y sólo hay lamentos.
R. Por eso se os quitará el reino de Dios y se entregará a un pueblo que le haga dar sus frutos.
 
SEGUNDA LECTURA

Elogio de la Virgen del Pilar
(Autor Anónimo)

EL PILAR, LUGAR PRIVILEGIADO DE ORACIÓN Y DE GRACIA

Según una piadosa y antigua tradición, ya desde los albores de su conversión, los primitivos cristianos levantaron una ermita en honor de la Virgen María, a las orillas del Ebro, en la ciudad de Zaragoza. La primitiva y pequeña capilla, con el correr de los siglos, se ha convertido hoy en una basílica grandiosa que acoge, como centro vivo y permanente de peregrinaciones, a innumerables fieles que, desde todas las partes del mundo, vienen a rezar a la Virgen y a venerar su Pilar.

La advocación de nuestra Señora del Pilar ha sido objeto de un especial culto por parte de los españoles: difícilmente podrá encontrarse en el amplio territorio patrio un pueblo que no guarde con amor la pequeña imagen sobre la santa columna. Muchas instituciones la veneran también como patrona.

Muy por encima de milagros espectaculares, de manifestaciones clamorosas y de organizaciones masivas, la virgen del Pilar es invocada como refugio de pecadores, consoladora de los afligidos, madre de España. Su quehacer es, sobre todo, espiritual. Y su basílica en Zaragoza es un lugar privilegiado de oración, donde sopla con fuerza el Espíritu.

La devoción al Pilar tiene una gran repercusión en Iberoamérica, cuyas naciones celebran la fiesta del descubrimiento de su continente el doce de octubre, es decir, el mismo día del Pilar. Como prueba de su devoción a la Virgen, los numerosos mantos que cubren la sagrada imagen y las banderas que hacen guardia de honor a la Señora ante su santa capilla testimonian la vinculación fraterna que Iberoamérica tiene, por el Pilar, con la patria española.

Abierta la basílica durante todo el día, jamás faltan fieles que llegan al Pilar en busca de reconciliación, gracia y diálogo con Dios.

RESPONSORIO    Sal 71, 6. 19; Ap 21, 3

R. Que baje como lluvia sobre el césped. * Que la gloria de Dios llene la tierra.
V. Esta es la morada de Dios con los hombres, y acampará entre ellos; ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos.
R. Que la gloria de Dios llene la tierra.

ORACIÓN.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, que en la gloriosa Madre de tu Hijo has concedido un amparo celestial a cuantos la invocan con la secular advocación del Pilar, concédenos, por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

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